El sociólogo y catedrático Azril Bacal Roij presentó su libro
Refracciones Itinerantes a la comunidad estudiantil del Centro
Universitario Tijuana.
Luego de haber impartido una maestría en Educación, el escritor
aprovechó para dar a conocer su más reciente obra literaria enfocada a
poemas secuenciales de su vida. Dentro de esta presentación, el autor
estuvo acompañado por la vicerrectora del CUT Tamara Montalvo y el
alumno Víctor Hugo Caballero, quien hizo el comentario de este libro,
destacando que Azril Bacal Toij tiene una vida de personaje, lo cual
hace interesante su contenido.
Por su parte, Tamara Montalvo dio la bienvenida a los presentes y
agradeció al autor por haber compartido este momento con la comunidad
estudiantil, la cual en estos momentos de constantes cambios sociales
requiere ávidamente de espacios culturales, de personajes enriquecedores
que aporten sus conocimientos, en este caso literarios a fin de
fomentar la lectura.
Durante la presentación, el escritor compartió la lectura de varios de
sus poemas y dio una breve explicación sobre el momento, la historia, el
motivo de algunas de esas líneas que plasmó en este libro. Ya en
entrevista, señaló que todos los seres humanos son multidimensionales,
luego de que el escritor antes de dedicarse a la literatura, tuvo una
formación académica. Ahora, le ha dado cabida a las dos, a la parte
poética y a la académica.
En cuanto al estilo de sus poemas, comentó que para él es sencillo
inspirarse, ya que puede ver a una persona y dedicarle unas líneas. Así
de simple, todo lo que evoca algo en nosotros, como la belleza, lo que
nos enoja, señaló. El proceso de este libro se dio luego de conjuntar
una cantidad importante de poemas. Posteriormente, dentro de sus
proyectos, pretende publicar uno más con el título “Oda Galáctica”,
dedicado al Perú que todos los que viven ahí quisieran.
En su mensaje, Azril Bacal Roij, resaltó que “hay que despertar, hay
que indignarse”, que la gente joven tiene derecho a tener un sueño para
que no se disipe en la pesadilla de la muerte, de la vida sin sentido.
“Que nos toca a los adultos volver a encantar al mundo para que los
jóvenes quieran construir otros mundos posibles mejores”, concluyó.
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