Querido Víctor,
Te confirmo por medio de la presente, la llegada a mis manos de tu magnífico libro, que incluye la foto histórica de César Chávez con mi hija Caterina en la marcha en Egg City de California en 1974, mil gracias!!!
Ya empecé a leerlo y tengo ganas de conversar al respecto, de acuerdo a la vieja y sólida amistad que nos une. Un punto en especial es tu alusión a la "Doctrina Social de la Iglesia", empezando por la controversial encíclica "Rerum Novarum" del papa león XIII, que a mí me tocó presentarla en la Universidad Católica, muchas decadas atrás. Es un pan grueso de rebanar.
Resumiendo, esa encíclica fué la respuesta del "Catolicismo Político" a las amenazas ideológicas del "liberalismo" (capitalismo) y de la izquierda (en sus versiones anarquistas, marxistas, socialistas y comunistas) de fines del siglo XIX - y principios del siglo XX. La doctrina enunciada es "corporativista" - lo cual facilitó la convergencia de la derecha católica dominante en ese tiempo con el fascismo italiano ("Concordato"), el falangismo, el franquismo, el nazismo - y hoy en dia con Le Pen en el desolador panorama político europeo. Ese tipo de catolicismo político de derecha avaló en el caso del Brasil a las dictaduras de Getulio Vargas y a la dictadura militar del golpe de 1964 (que es el caso de mis simpáticos consuegros :-)
En cambio, la Teología de la Liberación", formulada entre otros por Gustavo Gutiérrez, mi paisano y viejo amigo, se inspira en el éxodo y "liberación" de los esclavos de Egipto (- de ahí su nombre) fiesta celebrada en la pascua judia (recordar la última cena de Jesús) y en el marxismo (diálogo entre católicos y marxistas en Lyon), que resultó en el movimiento de los padres obreros (mayoritariamente dominicanos) después de la segunda guerra mundial (cuya autonomía fué recortada por el papa Pío XII) y en las comunidades cristianas de base (Frei Beto). En Estados Unidos tuvimos en una versión temprana en el "Catholic Worker" y en América Latina al MAPU y Cristianos por el Socialismo en Chile, en la época de Allende.
En fin, nuevamente, felicitaciones, mi querido amigo, compañero de anhelos y luchas.