• Communication commission discussion

  • Re: Chile: Un momento de luz_ Martin Hopenhaym: Entre Madrugar y Despertar

    from Azril Bacal on Nov 09, 2019 10:41 AM
    Gracias, Luis Alberto!
    Genial!
    Abrazos polares
    /Azril
    
    On Sat, Nov 2, 2019 at 5:31 PM Luis Alberto Padilla Menendez <
    luisalberto.luispa@...> wrote:
    
    >
    >
    > [image: Autora de foto viral de una bailarina frente a carros de
    > Carabineros:]María Paz Morales
    >
    >    - Nacional <https://www.mega.cl/noticias/nacional/>
    >
    > Autora de foto viral de una bailarina frente a carros de Carabineros: "Fue
    > un momento de luz"
    >
    >    - Por Patricia Pineda
    >    -  29 de Octubre de 2019
    >
    >
    >    -
    >    <https://www.facebook.com/share.php?u=https://www.mega.cl/noticias/nacional/280514-maria-paz-morales-fotografa-bailarina-manifestacion-marcha-santiago.html&title=Habla%20autora%20de%20foto%20viral%20de%20una%20bailarina%20frente%20a%20carros%20de%20Carabineros>
    >
    >    -
    >    <https://twitter.com/share?url=https://www.mega.cl/noticias/nacional/280514-maria-paz-morales-fotografa-bailarina-manifestacion-marcha-santiago.html>
    >
    >
    >
    >    - Cómo se forjó el estallido social que produjo un cambio de gabinete
    >    <https://www.mega.cl/noticias/nacional/280476-cambio-de-gabinete-estallido-social-chile-protestas-marcha-pinera.html?utm_source=meganoticias.cl&utm_medium=Autora-de-foto-viral-de-una-bailarina-frente-a-carros-de-Carabineros:-%27Fue-un-momento-de-luz%27&utm_campaign=mn_relacionados&utm_content=C%C3%B3mo-se-forj%C3%B3-el-estallido-social-que-produjo-un-cambio-de-gabinete>
    >
    > "Fue un segundo de tranquilidad logrado por el arte", así describe la
    > fotógrafa *María Paz Morales*, la imagen que capturó el pasado viernes 25
    > de octubre durante la gran marcha realizada en Santiago, cuyo punto de
    > encuentro fue Plaza Italia y, donde chilenos y chilenas al unísono clamaron
    > por mejores condiciones sociales y una vida más justa.
    >
    > Morales con modestia -y aún asimilando el hecho que su imagen esté
    > recorriendo el mundo y se haya viralizado en menos de un día- narró como
    > fueron esos instantes en los cuales junto a su esposo Oscar Seguel
    > Mangiola, decidió hacer escuchar su voz, pero a través de aquello que los
    > mueve a ambos: La fotografía.
    >
    > La imagen de *Catalina Duarte*, bailarina del Teatro Municipal de
    > Santiago y protagonista del cuadro, es potente. Sin exageración, ni
    > juicios, ni posturas, es una fotografía que impacta, que mueve las
    > emociones, estremece y hasta genera una reflexión sobre la situación que
    > actualmente vive nuestro país
    >
    > Morales junto con Seguel Mangiola delinearon el momento como "un minuto
    > de tranquilidad". Fue un instante donde no hubo bandos. "El encapuchado
    > soltó sus piedras y el guanaco se detuvo", afirmó la fotógrafa, ganadora
    > del *Sony World Photography Awards* en su edición de este 2019 (*ver nota
    > <https://www.mega.cl/noticias/reportajes/259112-chilena-gana-premio-fotografia-londres-inglaterra-sony-world-photography-awards.html>*
    > ).
    >
    > "No te puedo negar que estábamos nerviosos. Sobretodo cuando nos
    > desplazamos a La Moneda, porque en cualquier momento las fuerzas policiales
    > iban a reaccionar frente a aquellos que les estaban tirando piedra o los
    > que intentaban tumbar las rejas (...). Fue un momento súper tenso, pero
    > agradecemos el respeto que todos tuvieron (...). Tanto las fuerzas
    > policiales como los manifestantes", señaló Morales.
    >
    > Danza en la urbe
    >
    > El pasado viernes 25 de octubre las emociones estaban a flor de piel. Las
    > calles de la ciudad desbordaban de gente removida y cansada de tantas
    > vejaciones. El miedo fue opacado por el ímpetu y las ganas de luchar por
    > una sociedad más justa e igualitaria. Y allí, justo en ese escenario
    > María Paz y Oscar acordaron realizar una sesión fotográfica para reflejar
    > la realidad social de ese día, enmarcada en su proyecto *Danza en la Urbe*,
    > a través del cual buscan democratizar el arte. Además, y como el resto de
    > los asistentes, fueron a manifestarse y aportar su grano de arena a este
    > gran movimiento social.
    >
    > María Paz aseguró que* no fue un momento fácil*. Estaban concentrados en
    > capturar las imágenes que se pudieran generar en esa circunstancia, pero
    > también se protegían de los gases lacrimógenos y de las escenas de
    > violencia.
    >
    > "Oscar y yo nos reunimos con Catalina el viernes (25 de octubre). Al
    > llegar al centro quedamos impactados por la cantidad de personas que habían
    > en la marcha; por lo que iba a ser súper difícil el trabajo (...). Nos
    > juntamos a una cuadra de la Calle Santa Rosa con Alameda y nos dimos cuenta
    > que en ese lugar podíamos hacer la foto porque había menos gente y estaba
    > todo el contingente policial", dijo la fotógrafa, a lo que Oscar le agregó
    > "cuando las fuerzas policiales nos vieron, su reacción fue avanzar, pero
    > cuando colocamos a Catalina frente a ellos, *fue un momento de luz*, en
    > el que retrocedieron".
    >
    > *Fue precisamente en ese instante en el que María Paz captura a Catalina
    > tras pedirle el salto gran- jete*. "Ahí, tomé la foto", declaró.
    >
    > Después de esta captura, la pareja de fotógrafos continuó con su trabajo.
    > "Realizamos varias fotos. Hay una donde Catalina sale retratada con
    > personas que alzaban una bandera Mapuche, haciendo referencia a la lucha de
    > este pueblo; hay otra foto donde sale frente a la multitud con un pañuelo
    > tapando su boca porque se protegía de los gases (...)", describió la
    > fotógrafa.
    >
    > Posteriormente, al llegar a casa y una vez revelada cada una de* las
    > fotografías*, ambos artistas se dieron cuenta del poder de cada una de
    > las imágenes, especialmente de aquella en la que sale Catalina frente a los
    > guanacos haciendo el gran-jete.
    >
    > "Al mirar la foto es como el contraste entre la rudeza de las fuerzas
    > armadas y la delicadeza del arte (...). La fotografía no sólo te hace
    > reflexionar, también te mueve emociones", manifestó María Paz.
    >
    > Finalmente y de acuerdo a las reacciones que recibieron una vez publicada
    > las imágenes, Morales expresó:"Ninguna foto causó el impacto de violencia
    > (...) En el fondo es un mensaje de que yo soy parte de la sociedad, me
    > hago presente a través de la fotografía y la danza y es mi forma de tener
    > voz; porque puedo marchar, tocar una cacerola, pero mi voz todavía no se
    > escucha. Mi imagen es mi forma de expresarme".
    >
    > El resultado completo de la intervención lo pueden ver en las cuentas de
    > Instagram @paz.pachy <https://www.instagram.com/paz.pachy/> y @racso1965
    > <https://www.instagram.com/racso1965/?hl=es-la>.
    >
    > CHILE. ENTRE MADRUGAR Y DESPERTAR.
    >
    > POR MARTIN HOPENHAYM *
    >
    >
    > Regreso esta noche de miércoles de la Plaza Ñuñoa, probablemente el punto
    > más festivo donde tarde a tarde, durante los últimos cinco días, se reúnen
    > unas 10,000 personas a protestar, bailar, corear consignas, encontrarse,
    > tomar cerveza, fumarse sus porros e imaginar un país distinto. De cada 100,
    > 99 son jóvenes entre 18 y 35 años. Esta plaza es uno de los varios puntos
    > donde se congrega la juventud desde el viernes pasado, y que hoy
    > representan ese Chile súbito, iracundo e insospechado que sin aviso saltó
    > desde bajo el asfalto a tomarse Santiago, y en seguida todas las ciudades
    > del país.
    >
    > Ilustración: Patricio Betteo
    >
    > La consigna que se impuso estos días dice alude a un despertar y connota
    > básicamente la exteriorización incontenida de un descontento larvado y
    > masivo. Se entona como cántico de fútbol y dice así:
    >
    > “Ohhhhh, Chile despertó,
    > Chile despertó
    > Chile despertó
    > Chile despertó”.
    >
    > Ese despertar partió, como suele hacerlo, con una chispa que hoy resulta
    > minúscula en relación a la magnitud de la revuelta: el aumento marginal en
    > el precio del metro de Santiago que día a día mueve a casi tres millones de
    > personas, o el 40% de la población de la capital. Hace menos de dos
    > semanas, en protesta por este aumento en la tarifa por un equivalente a
    > menos de cinco centavos de dólar, un grupo de estudiantes de la secundaria
    > se decidió a emprender un acto simbólico que ellos llamaron, con alguna
    > imprecisión conceptual pero clara elocuencia semántica, de “desobediencia
    > civil”: saltarse los torniquetes y evadir el pago. Curiosamente no fue el
    > boleto estudiantil el que aumentó de precio, pero ellos lo hicieron
    > explícitamente en solidaridad con los demás. Primer gesto que despertó, en
    > la ciudadanía, un sentimiento de simpatía.
    >
    > El gobierno la dejó pasar confiando en que sería un acto puntual y de
    > rápida evanescencia. Probablemente, muchos pensamos lo mismo. Y al día
    > siguiente, fueron más estudiantes. Efecto imitación o efecto viral, como
    > queramos llamarlo: esto se multiplicó en toda la red del metro. Y el
    > gobierno, supongo, pensó que no hacía falta hacer olas para evitar darle
    > prensa e importancia política, limitándose a reforzar la vigilancia en los
    > accesos del metro y en torno a los torniquetes.
    >
    > Este aumento en el costo del billete coincide con aumentos en tarifas
    > eléctricas y en muchos productos alimentarios, supuestamente alineados con
    > el precio del dólar. Entremedio aparecieron declaraciones de ministros de
    > Estado que la gente percibió como una burla, aunque fueran expresados con
    > candidez o humor, y sin afán de provocación. El ministro de hacienda
    > sugirió, al observar el aumento en el Indice de Precios al Consumidor, que
    > los románticos podían aprovechar a comprar flores, producto cuyo precio
    > había bajado. El ministro de economía, en otra declaración, mencionó que
    > madrugar traía un beneficio complementario, a saber, la opción de
    > aprovechar la hora de tarifa baja en el metro.
    >
    > Todo esto ocurre en un país con algunos rasgos que en este punto vale la
    > pena destacar. *Chile tiene hoy un PIB per capita en torno a los 25,000
    > dólares anuales, y sólo Panamá puede competir con ese nivel en toda América
    > Latina. Hace medio siglo era de los países pobres de la región y hoy es el
    > más rico. El índice de pobreza bajó del 40% en 1990 a 8.6% en la última
    > medición, en el 2017. La indigencia, o extrema pobreza, bajó en el mismo
    > lapso del 20% al 2.8%. Un verdadero milagro. A eso se suma una expansión
    > portentosa del consumo, del crédito, de años de escolaridad de nuevas
    > generaciones. La expectativa de vida al nacer cruzó el umbral de los 80
    > años, también lo más alto en la región y por encima de Estados Unidos. La
    > mortalidad infantil es bajísima, los servicios básicos llegan a todos los
    > hogares y están desapareciendo los tugurios. Hay democracia, instituciones
    > que se respetan, plenas libertades. Hasta aquí, todo muy bien.*
    >
    > Sigamos con los pormenores de estos días. Al tercer día de esta curiosa
    > forma de desobediencia civil, ya no eran solo estudiantes saltándose los
    > torniquetes. Se incorporó una masa importante de adultos, y los evasores se
    > multiplicaban por hora. La cosa empezó a cambiar de color. Llegaron las
    > advertencias gubernamentales sobre la violación de una norma que debía
    > parar. Pero estaban, a flor de piel, las declaraciones de los ministros,
    > que hacían patente, por más que no fuera la intención, algo que ellos
    > ignoraban, pero que había aparecido en un informe sobre desigualdad
    > publicado en el 2016 que tuvo bastante resonancia: la desigualdad que más
    > irrita a los chilenos no es la de ingresos, *sino la de trato y de salud.*
    > Es allí donde más se combina con la *desigual distribución de la dignidad
    > de las personas: llega al alma y al cuerpo.*
    >
    > Y el ánimo comenzó a caldearse en serio. Y de aquí en adelante todo se
    > precipitó en una sucesión de medidas de control, por parte del gobierno,
    > que sólo lograron atizar una marea que terminaría en tsunami. Primero, se
    > cerraron algunas estaciones o accesos al metro como medida preventiva. La
    > respuesta de la gente fue, correlativamente, en escalada. Primero
    > presionando puertas cerradas. A esa altura la gente empezaba a manifestarse
    > en la calle, primero en pequeños grupos pero rápidamente en aumento y
    > multiplicando lugares y calles. Más tarde, las presiones a los accesos
    > cerrados del metro se convierten en patadas. En esas circunstancias nos
    > sorprende el viernes de la semana pasada. Todo había ocurrido en escasos
    > cuatro o cinco días. Pero a esa altura se produce una inesperada adhesión
    > transversal, espontánea, masiva, al movimiento de la evasión del pago del
    > pasaje de metro. Todos miran con entusiasmo e indignación, y el gobierno
    > empieza a no entender nada. No capta el efecto metonímico del reclamo y la
    > velocidad con que se recarga el significante: de un aumento marginal en la
    > tarifa del metro, a la desigualdad histórica vivida como pisoteo a la
    > dignidad de las mayorías.
    >
    > *Retomo ahora la fiesta de los indicadores, para mostrar sus sombras.
    > Chile está entre los cinco países con la peor distribución del ingreso de
    > América Latina, y es uno de los países con mayor concentración de la
    > riqueza en el mundo. Botones de muestra: el 1% más rico detenta el 26.5% de
    > la riqueza, y el 10% más rico concentra el 66,5%, mientras el 50% más pobre
    > accede a un magro 2.1% de la riqueza del país. Datos fresquitos, del 2017.
    > Con un PIB per capita de 25,000 dólares al año, la mitad de los
    > trabajadores recibe un sueldo inferior a 400,000 pesos chilenos, que al
    > tipo de cambio de hoy equivalen a 550 dólares. Para ellos, el gasto diario
    > en locomoción colectiva se come por lo menos el 10% de los ingresos, y eso
    > si es que ningún dependiente en la familia se desplaza. Los servicios
    > llegan a todos los hogares, pero Chile tiene las tarifas más altas de
    > América Latina en electricidad y gas. Los alimentos han tenido una
    > inflación que no se refleja en los índices, y hoy tienen precios en los
    > supermercados que superan a los de España. En medicamentos, batimos todos
    > los récords, quintuplicando en precio a muchos de sus equivalentes en la
    > mayoría de los países. Es, probablemente, el país de América Latina que más
    > proporción del gasto en educación y salud sale de los bolsillos de la
    > gente, lo que produce una segregación brutal en la calidad de los servicios
    > y prestaciones.*
    >
    > A esto se suman algunas gotas que rebasan el vaso, además del aumento en
    > la tarifa del metro. El presidente Piñera, un liberal de derecha y
    > multimillonario, anunció que en su gobierno se expandiría el consumo. Sin
    > embargo, entre la subida del precio del dólar y del petróleo, y la baja en
    > el precio del cobre que representa la principal entrada del comercio
    > internacional del país, la cosa no fue tan así. Esta combustión del
    > consumo, que ha sido la fuente de legitimidad del poder en Chile por
    > décadas, perdió ímpetu. *Muchas familias hoy están usando sus tarjetas de
    > crédito del retail para comprar alimentos básicos en los supermercados.
    > Nunca fue tan alta la deuda en las familias como porcentaje de sus
    > ingresos.*
    >
    > Sí, Chile tiene pocos pobres, pero una proporción enorme de la población
    > vive bajo un nivel de estrés brutal, sordo y soterrado, no reconocido pero
    > sí percibido cuando se vive aquí y se camina o se toma el metro más allá de
    > la zona Oriente de la ciudad. L*os horarios de trabajo semanal efectivo
    > superan las 45 horas, el promedio en tiempos de desplazamiento
    > casa-trabajo-casa ronda las tres horas diarias para mucha gente (en
    > “horarios sardina” que son verdaderos entrenamientos de convivencia
    > ampliada), las familias están todas en crisis, y los núcleos de pertenencia
    > colectiva bastante pulverizados con un modelo que privilegia el consumo
    > familiar y personal como pegamento social. La “modernidad líquida” pegó de
    > lleno debilitando vínculos y sentido de futuro Los datos que proveen las
    > instituciones de salud son alarmantes respecto de trastornos de salud
    > mental, muy especialmente en la infancia y adolescencia pero también en
    > adultos mayores. La obesidad aumenta a pasos agigantados, la inseguridad se
    > ha convertido en la obsesión de todos, el mundo del trabajo está inundado
    > de precariedad o incertidumbre. Muchos viven al límite para llegar a fin de
    > mes, expuestos a que una enfermedad catastrófica o una pérdida de empleo
    > los exponga a la vulnerabilidad absoluta.*
    >
    > Retomemos ahora los acontecimientos. El viernes por la tarde empezó la
    > explosión. De la desobediencia civil y el apoyo o simpatía de la gente, el
    > movimiento se desplaza hacia otros frentes. Sin liderazgos. No hay voceros,
    > ni representantes, ni interlocutores frente al gobierno, el Estado, los
    > partidos y otras instituciones. Se viraliza y saltan desde todos los
    > barrios grupos de jóvenes que se distribuyen entre manifestaciones
    > pacíficas, tomas de estaciones de metro, destrucción de la infraestrucutra
    > de las estaciones. Aparecen teorías conspirativas aún no confirmadas:
    > grupos organizados que salen a la destrucción sistemática de la red de
    > metros. Luego empiezan los saqueos a supermercados, las barricadas y los
    > incendios. Se mezcla todo: *anarcos*, vándalos, encapuchados, narcos,
    > gente que llega tranquilamente en autos y camiones a llevarse del
    > supermercado lo que encuentran.
    >
    > El sábado ya Chile está sumergido en el caos. Dejó de ser el país que era
    > una semana antes, tal vez para no volver a serlo. Con violencia y todo, el
    > movimiento cuenta con una simpatía amplia. El sonido de las cacerolas
    > vacías como símbolo de protesta suena en toda la ciudad, luego en todo el
    > país. Saqueos e incendios se replican, como rizomas, reticularmente, en
    > todas partes al mismo tiempo.
    >
    > Sigo con un dato estructural. *Chile tiene una de las pirámides de edades
    > más avanzadas de América Latina, junto a los otros países del Cono Sur,
    > Cuba y tal vez Costa Rica. Es decir: la proporción de adultos mayores
    > aumenta vertiginosamente. Pero por otro lado el sistema privado de
    > pensiones y jubilaciones que rige desde la dictadura está mostrando efectos
    > letales. Lo que recibe mensualmente como jubilación la gran mayoría de
    > pensionados es irrisorio: menos de 300 dólares. Muchos de ellos, menos de
    > 200. Todo esto, además, en un país donde hace tiempo se debilitaron los
    > lazos familiares que permitían a los ancianos apoyarse en su descendencia,
    > siendo cada vez menos hijos por familia (una tasa de fecundidad en 1.8
    > hijos por mujer), y cada vez más mujeres en edad media dedicadas a
    > trabajar. Muchos jubilados siguen pagando, además, deudas hipotecarias que
    > le comen más de la mitad de los ingresos jubilación. Si no paga por unos
    > meses, la solución es simple: el banco les remata la vivienda.*
    >
    > En la otra punta del hilo de clases, los últimos años se regaron con
    > escándalos de colusión de dueños de las grandes cadenas farmacéuticas para
    > fijar precios de medicamentos, estafas a toda la sociedad en el precio del
    > papel higiénico, empresas que financiaron políticos, intercambio de favores
    > entre el poder económico y el político en todo el espectro ideológico.
    > Bastante más grave, todo esto, que no pagar el crédito hipotecario. Los más
    > *bullados*, entre empresarios sorprendidos en pagos de influencias,
    > fueron castigados con clases obligatorias de ética: una verdadera
    > provocación para el resto de la sociedad que no podía creer cómo se
    > distribuyen faltas y sanciones en uno y otro lado. Suma y sigue.
    >
    > Retomo. El sábado el presidente Piñera declara el Estado de Excepción en
    > medio de la confusión que rige en todo el territorio. Con una inflexión de
    > voz y brazos casi beata, insiste en reconocer que este es el estallido de
    > la desigualdad, tal como ya se ha consagrado en boca de todos, y que
    > reconoce que es tiempo de enfrentar este grave problema. Hace un sentido
    > mea culpa. Curioso que venga de uno de los hombres más ricos de Chile,
    > quien tiene como uno de sus principales puntos programáticos la reducción
    > del impuesto a los ricos para fomentar la inversión productiva. Señala,
    > también, como gran cosa, que elevará al congreso un proyecto de rápida
    > tramitación para revertir el alza en el precio del transporte, en un gesto
    > que a esta altura ya resulta irrelevante, considerando que el estallido se
    > propagó al cuestionamiento de la desigualdad en la sociedad chilena. Y
    > agrega que, en calidad de presidente, y para velar por la seguridad en un
    > momento de total alteración del orden y daño a infraestructura de todos los
    > chilenos (cosa cierta), se ve obligado a declarar el estado de excepción
    > (facultad constitucional), sacar a los militares a la calle, y declarar
    > toque de queda por la noche.
    >
    > ¿Qué pasa entonces? Pasa, simplemente, que la gente sigue en la calle,
    > manifestándose, saqueando, incendiando. Unos piden más seguridad y acción
    > de policía y ejército, de cara a un vecindario desbordado en saqueos y
    > destrucción. Otros empiezan a denunciar los abusos como consecuencia del
    > estado de emergencia y la acción de la fuerza pública. Quienes enfrentan
    > cara a cara a soldados y policía son jóvenes. No tienen miedo. Los
    > enfrentan cara a cara. Nunca conocieron una dictadura. Tienen otra
    > conciencia de sus derechos. Están indignados. Por otro lado, el gobierno
    > sabe —y la sociedad sabe que el gobierno sabe— que si se pasa de rosca en
    > reprimir, la crisis de legitimidad se vuelve irreversible. Transita por una
    > delgada cuerda y no quiere caerse. Es casi lo único que quiere: no caerse.
    >
    > Retomo con consideraciones estructurales. Dije que este es un movimiento
    > de jóvenes. Son los jóvenes de esta generación quienes han accedido
    > mayoritariamente a la educación superior, tienen cuatro o cinco años más de
    > escolaridad que sus padres, pero a la vez padecen las tasas más altas de
    > desempleo. Los futuros prometidos se vuelven espejismos. La mentada
    > meritocracia se licúa entre redes de influencia, capital cultural y calidad
    > de la educación muy segmentados. Son los jóvenes quienes manejan más
    > información sobre ellos y sobre como viven los demás, pero esa información
    > no les da poder de negociación ni presencia en el mundo político o
    > económico. Son los jóvenes idealizados como la generación de la sociedad de
    > la información, pero estigmatizados como irresponsables, no dignos de
    > confianza, potencialmente anómicos. Son los jóvenes los que crecieron en un
    > Chile próspero, pero ven como a poco andar se ven estratificados por
    > barrios, sistemas de relaciones, formas de ser tratados por la policía o la
    > justicia. Son los jóvenes quienes tendrán que cargar con los costos del
    > cambio climático y del envejecimiento de la población. Son los jóvenes los
    > que están más dispuestos a arriesgar porque tienen menos y se conforman
    > menos.
    >
    > Quisiera agregar dos consideraciones que se complementan, se tensan, y
    > creo que terminan de explicar lo que pueda tener, hasta ahora, de
    > explicable este estallido. La primera es que Chile cambió, en tres décadas,
    > de manera acelerada. *Un país con una secular cultura del privilegio, y
    > con ciudadanos de primera y segunda categoría, generó movilidad social como
    > nunca antes, ensanchó su clase media, difundió mayor conciencia sobre
    > derechos ciudadanos, incrementó el bienestar general, produjo un salto
    > cuántico en años de escolaridad y en conectividad digital. **La segunda
    > consideración es que todo eso trajo, también, una espiral de expectativas
    > que el mismo progreso alentó, y un sentido distinto sobre los derechos
    > propios –y, consecuentemente, progresiva exasperación ante una cultura de
    > privilegios que siguió imperando en una parte de la sociedad-. Se sabe que
    > la movilidad trae expectativas de movilidad. El “Chile real” acumuló bronca
    > porque la democracia no ha sido expediente ni de redistribución del poder
    > ni de redistribución de la riqueza. Una cosa es bajar la pobreza, otra es
    > reducir la desigualdad. El neoliberalismo apostó siempre a que lo primero
    > compensaba holgadamente la postergación de lo segundo. Se equivocó. Y le
    > cuesta reconocerlo.*
    >
    > Volvamos a los acontecimientos recientes. Las medidas de excepción con
    > milicos en la calle no frenaron nada. El espiral de protestas, cacerolazos,
    > marchas no autorizadas, calles cortadas por todos lados en todas las
    > ciudades, saqueos a supermercados, tiendas y farmacias, destrucción
    > edilicia, incendios… todo siguió. Los partidos políticos tomaron posiciones
    > pero al mismo tiempo solo conversan o pelean entre ellos, abriéndose a
    > organizaciones de la sociedad civil consagradas, pero que tampoco
    > representan el movimiento en las calles. Cierto, si la protesta no tiene
    > líderes: ¿con quién conversar? El gobierno ha dado bastonazos de ciego. El
    > peor de todos, la declaración desatinada de Piñera el domingo pasado,
    > sugiriendo que estábamos en guerra. Mala cosa. Tuvo que desdecirse antes de
    > que las consecuencias se multiplicaran. Luego se la ha pasado pidiendo
    > perdón, de su parte y de su gobierno, por la falta de sensibilidad ante las
    > seculares desigualdades que ahora estallan como una olla a presión que no
    > da más. Ese perdón, más que despertar simpatía, exacerba la indignación:
    > ¿perdón ahora, por una desigualdad secular, por falta de sensibilidad, por
    > no haberlo reconocido antes?
    >
    > Finalmente el propio presidente anunció  el martes, al terminar el cuarto
    > día de caos y movilizaciones, las reformas que se han decidido de la noche
    > a la mañana, en consulta con senadores y diputados, la mitad de los
    > partidos, y algunos dirigentes sociales: alzas en pensiones básicas,
    > seguros de salud para compensar gastos en medicamentos, aumento de ingreso
    > mínimo, contención al aumento de tarifas eléctricas, un impuesto a sectores
    > de más recursos, reducción de los altísimos salarios de parlamentarios y en
    > la administración pública. En seguida surgen las reacciones: algunos
    > entusiastas, muchos cautos, unos pocos críticos. Todos estas opiniones
    > vienen de los partidos, el sistema parlamentario, los ministros. Pero falta
    > un detalle… ¡la gente!
    >
    > Escribo el miércoles 31 de octubre, vale decir, estos anuncios fueron
    > anoche. Anoche, también, el toque de queda en su tercera jornada empezó a
    > mostrar dientes más afilados. La represión se hizo sentir. Hasta el
    > mediodía del miércoles, 18 muertos , la mayoría en los propios saqueos.
    > Pero ya apareció una víctima fatal por una golpiza de policías y otro por
    > disparos. Las redes se embriagan de denuncias, algunas filmadas, pero
    > también es cierto que las noticias falsas están a la orden del día y por
    > tanto la verdad deja de ser verdad. No es fácil apreciar los hechos
    > objetivamente y se está a la espera de los informes del Instituto de
    > Derechos Humanos. Al parecer serían, hasta el miércoles, 102 civiles
    > heridos, dos por balazos en estado grave, y 95 miembros de fuerzas de
    > seguridad lesionados. Las personas arrestadas por disturbios llegaron a
    > 2205 y están bajando, y por violación de toque de queda van en 592 los
    > detenidos. Las manifestaciones siguen en aumento: se contaron 54 más el
    > martes que el lunes, y los participantes se elevaron de 130 a 220 mil.
    > Todavía no hay saldo al respecto de hoy miércoles.
    >
    > Hasta ahora el balance de la destrucción también es enorme. Al mediodía de
    > hoy miércoles se contabilizaban 333 supermercados saqueados y 30
    > incendiados por completo, 16 buses incendiados, 77 estaciones de metro
    > dañadas, de las cuales 41 destruidas parcialmente, 20 incendiadas y con
    > daños superiores a los 200 millones de dólares. Gran parte de la red del
    > metro, que es vital para el transporte diario en un Santiago cada vez más
    > congestionado, tardará meses en repararse.
    >
    > Chile despertó. No madrugó, como sugirió el ministro de economía, pero
    > despertó. Más bien, madrugó al gobierno. Y al despertar, cambió. Hoy en
    > Plaza Ñuñoa, entre todas las pancartas una me llamó la atención: “O vamos
    > por todo, o no vamos por nada”. Mientras tanto, un grupo de *inmigrantes
    > haitianos* llegó con sus bombos y yembés y empezó la fiesta de percusión
    > y danza. La alegría se volvió incontenible. De todo hay en esta explosión.
    > Un desencanto brutal con toda la clase política, una irritación sin freno
    > respecto de la desigualdad que se transforma en ofensa a la dignidad, una
    > disposición de la juventud a repensarlo todo. Mientras tanto, parte de esa
    > misma clase política, o tecnopolítica, siente vergüenza de que en los
    > medios internacionales Chile vuelva a hacer parte de este “vecindario
    > incómodo” de países inundados de crisis económicas, políticas, sociales,
    > institucionales. ¿Bajará el indicador de confianza en la economía chilena?
    > La joyita de la región que exhibe todos sus indicadores de éxito, la
    > luminaria de la gobernabilidad, este rincón del mundo estable, prudente y
    > pragmático, en fin, la sociedad tranquila y disciplinada, la idiosincracia
    > contenida y respetuosa de las normas. ¿Dónde se fue todo con el correr de
    > una sola semana?
    >
    > ¿Qué pasó? En los hechos, más o menos lo que he resumido. En las causas,
    > tal vez repartidas en lo que he querido aquí recapitular. La bandera de
    > lucha es la desigualdad. En general y en particular. Pero quien sabe qué
    > más hay, cuáles son las pulsiones colectivas que se agitan. ¿Porqué de un
    > día para otro esta sociedad pasó de su aspereza contenida a la total
    > transgresión del orden, dónde estaban estas energías centrífugas la semana
    > antepasada, cómo fue que una generación con más oportunidades que las
    > precedentes, de repente se convirtió en una masa desbordada, colérica, pero
    > a la vez movilizada, crítica, valiente, festiva, dispuesta a todo? No me
    > compro las apreciaciones que tienden a poner a esta juventud en el
    > casillero estereotipado de millenial, puramente pulsional,  investido con
    > pastiches ideológicos atrabiliarios y comportamientos infantiles. No me
    > compro, tampoco, las tesis conspirativas.
    >
    > Me preguntaban hoy en la Plaza Ñuñoa cuál será el desenlace de este
    > movimiento y de este estallido si se sigue prolongando. Mi respuesta
    > honesta y parca: no tengo la menor idea. No hay cómo estimar la magnitud de
    > la grieta, ni de sus consecuencias, ni de su impacto en el ordenamiento
    > colectivo y en las políticas. Me preguntaron, también, si el movimiento iba
    > a dialogar con los partidos y el gobierno ante las nuevas propuestas
    > programáticas. Respondí, encogiéndome de hombros y mirando a la multitud
    > bailando al son de los tambores haitianos: ¿y quién, entre todos ellos, se
    > sentará a conversar en la próxima mesa de diálogo con la institucionalidad
    > política?
    >
    >
    >
    > *Martín Hopenhayn
    > Filósofo chileno. Magíster en Filosofía de la Universidad de París VII. Ex
    > Director División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para
    > América Latina y el Caribe (CEPAL)
    > Congreso desbocado
    >
    > Sucede cuando el caballo se hace insensible al freno; cuando se pierde la
    > vergüenza o; cuando se toma poder sin moderación. Nunca es algo bueno.
    > FECHA DE PUBLICACIÓN: 30-10-19
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    > *Por: Gonzalo Marroquín Godoy / Enfoque *
    >
    > Este Congreso de la República no deja de sorprender. Se ha formado toda
    > una pandilla de diputados en torno al oficialismo y, ahora que se saben con
    > poder, actúan con prepotencia, arremeten contra cualquiera y aprovechan el
    > marasmo que envuelve a la ciudadanía, para hacer de las suyas y consolidar
    > un sistema político corrupto, mediocre e incapaz, que es el que nos ha
    > llevado al punto en que nos encontramos como Nación.
    >
    > FCN-Nación, la bancada más tránsfuga, hizo alianza todos estos años con
    > los unionistas (PU), Todos, MR, PAN, AC, Fuerza y algunas veces con Creo y
    > la UNE. No he visto alguna iniciativa claramente dirigida a mejorar las
    > condiciones del país. Se la han pasado cuatro años llevando agua a su
    > molino, luchando por mantener la impunidad en Guatemala y haciendo todo
    > tipo de negocios con la aprobación de leyes y presupuestos.
    >
    > Han tenido varios intentos de desbocarse. Uno de ellos ocurrió el 13 de
    > septiembre de 2017, cuando 106 diputados –los de las mencionadas bancadas y
    > algunos independientes– intentaron aprobar reformas al Código Penal para
    > beneficiar a los corruptos y, en su miopía, pero incapacidad sobre todo, no
    > se dieron cuenta siquiera que también beneficiaban a muchísimos
    > delincuentes que se encuentran en las prisiones por delitos como violación,
    > extorsión y otros.
    >
    > Fue la fuerza de un grupo de ciudadanos, principalmente estudiantes
    > universitarios, la que les obligó a dar marcha atrás con semejante abuso al
    > legislar descaradamente a favor de la impunidad. A ese frustrado intento se
    > le llamó Pacto de Corruptos, pues lo aprobaron diputados, impulsados por
    > exfuncionarios y funcionarios –del Gobierno actual– que estaban señalados
    > por actos cometidos y sujetos, en algunos casos, a procesos penales.
    >
    > Pero el lector se preguntará ¿a qué viene esto ahora? Muy sencillo, estos
    > bloques legislativos están de nuevo desbocados. Ahora quieren hacer los que
    > se les ronca la gana. La CC les dice que no pueden hacer una comisión para
    > investigar las acciones de la CICIG y a ellos les pela. Hacen otra bajo el
    > nombre de Comisión de la Verdad. En este momento están cocinando un decreto
    > para darles indemnización a todos los diputados que no lograron su
    > reelección, como si fueran empleados que han sido despedidos.
    >
    > En realidad ningún servidor público que llega a un cargo por un período de
    > tiempo determinado debiera recibir indemnización, pero ya han sentado
    > precedente varios magistrados y hasta gobernantes. Ahora quieren hacer lo
    > mismo los diputados.
    >
    > Debieran aprender del gran ejemplo que hace algunos años dio Jorge de León
    > Duque, quien se negó a recibir una indemnización, que algunos de sus
    > antecesores sí se recetaron.
    >
    > Es una lástima que esa noticia no haya cobrado más notoriedad en su
    > momento, para que ahora sirviera de ejemplo nacional.
    >
    > No es de extrañar la actitud de estos diputados, porque hay que recordar
    > que durante años –algunos de ellos, demasiados– se la han pasado trabajando
    > solamente para sus intereses o defendiendo los de particulares.
    > Además de desobedecer a la CC con la famosa comisión, quieren traerse al
    > pique al Procurador de los Derechos Humanos, convertido en su enemigo –de
    > esta trinca infernal– por haber apoyado la lucha contra la corrupción y la
    > impunidad. Quieren que ruede su cabeza.
    >
    > No se trata de Jordán Rodas, se trata de una institución –la PDH– que fue
    > concebida para servir de contrapeso en el sistema democrático, defendiendo
    > los derechos de los ciudadanos y los abusos del poder. Como no les gusta,
    > pues lo quieren quitar. Este nuevo desboque puede provocar reacciones en
    > contra de los parlamentarios.
    >
    > Pareciera que no aprenden. El autoritarismo, la imposición, termina
    > molestando al pueblo y las protestas populares brincan alguna vez, como ha
    > sucedido en Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Chile, recientemente.
    >
    > Si a la par de estos desmanes y hasta abusos, se viera al menos un trabajo
    > legislativo serio, pues al menos habría cierto equilibrio entre el bien y
    > el mal. Pero, por favor ¿qué de bueno ha hecho este Congreso? Ellos –estos
    > diputados– se molestan cuando les dicen que forman parte del Pacto de
    > Corruptos, pero en la práctica abonan para que se les vea cada vez más de
    > esta manera.
    >
    > En mi ya larga carrera como periodista he visto legislaturas malas –como
    > la del período de Jorge Serrano –la depurada–, pero esta se lleva las
    > palmas.
    >
    > Tampoco hay que olvidar que este Congreso es el que se ha negado a
    > realizar una auténtica reforma al sistema político –la famosa y maltrecha
    > Ley Electoral y de Partidos Políticos– y la que hizo en 2016 terminó siendo
    > un mamarracho como algunos pocos anticipamos.
    >
    > Qué triste ver que cada vez se pierde aquello de sentir orgullo por ser
    > diputado. Ahora les dicen dipucacos. Ellos tal vez no se dan cuenta, pero
    > la gente les tiene poco respeto y muchos los ven como caballos desbocados…
    > pero no caballos pura sangre, que conste.
    > Pueblos nuevos un nuevo modelo de desarrollo
    >
    > ¿Cómo salir de la pobreza y enfrentar problemas integrales a la vez?
    > FECHA DE PUBLICACIÓN: 30-10-19
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    > *Por: Samuel Pérez-Attías *
    >
    > La discusión en materia de economía política en Guatemala se mantiene
    > atascada en modelos obsoletos que no han mostrado brindar beneficios para
    > las mayorías.
    >
    > Aquí afuera, en el mundo occidental industrializado la discusión es
    > distinta. Hace unos días Mervyn King, el ex-Rector del Banco de Inglaterra,
    > dio una conferencia en la última reunión anual del FMI  en presencia de
    > líderes de países económicamente poderosos. “*El mundo camina como
    > sonámbulo hacia una nueva crisis financiera que tendría consecuencias
    > devastadoras en el sistema liberal basado en la democracia y los mercados”*.
    > Comparto su pensamiento. *El mundo capitalista se quedó sin instrumentos
    > para sacar a sus países de una nueva crisis financiera si esta ocurriera
    > hoy, pero más que eso, nunca se corrigieron los fallos que llevaron en EE.
    > UU. a la crisis del 2008 contagiando al resto del mundo.*
    >
    > King se preocupa que la demanda agregada a nivel global no responde a los
    > estímulos fiscales y monetarios proveídos, y tampoco a la productividad de
    > países emergentes como China e India, limitando las posibilidades de
    > mejoría en estándares de vida y un crecimiento sostenible para el futuro. *La
    > gran desaceleración económica se mantiene. Interesante es observar que en
    > las últimas tres décadas, la pobreza extrema medida bajo una línea de
    > ingresos de US$1.00 y de US$1.25 por día ha disminuido, pero esas personas
    > no han podido superar otras líneas de mejoras en su calidad de vida, como
    > la pobreza multidimensional o la pobreza relativa que ha crecido en el
    > hemisferio Sur, al igual que niveles de violencia, contaminación, baja
    > calidad en servicios públicos y desigualdades sociales. Mientras, los
    > ultrarricos a nivel global siguen reduciéndose en número y siguen
    > aumentando su riqueza. Un modelo a todas luces insostenible.*
    >
    > Los retos que enfrenta globalmente la humanidad no pueden pasar
    > desapercibidos para países pequeños, vulnerables, dependientes, pobres y
    > altamente desiguales como Guatemala. Hoy por hoy, más que una crisis
    > financiera, la humanidad entera enfrentamos sin excepción, u*na amenaza
    > grave que pone incluso en riesgo existencial a la especie humana, entre
    > otras. La urgencia de abordar la destrucción ambiental y las desigualdades
    > en ingresos que el modelo ortodoxo provocó es incuestionable.*
    >
    > He aquí la aparición entonces de una idea oxigenada, que no riñe con el
    > marco de economía política sustentada en el mercado, pero que l*e asigna
    > un rol activo al Estado*; que respeta la propiedad privada, siempre y
    > cuando esta *respete y permita la provisión de bienes públicos,* *se
    > limite su abuso y se facilite su acceso*; que busca el progreso a través
    > del desarrollo individual pero explora, facilita y permite el desarrollo,
    > desde una visión social, localizada y multidiversa en cuanto a los
    > objetivos a alcanzar. *En EE. UU. le llaman el “Green New Deal”. Yo le
    > llamo el modelo de Pueblos Nuevos para un buen vivir.*
    >
    > Existen muchas formas y posibilidades de financiar esa nueva propuesta de
    > modelo de desarrollo, lo que lo hace económicamente viable, pero también
    > existe una convergencia de ideologías que reconocen la emergencia y
    > urgencia de actuar cuanto antes en *el rescate del planeta y sus
    > diferentes formas de vida, lo que lo hace políticamente factible.*
    >
    > El tiempo ha llegado. *El año 2024 será decisivo para cambiar de rumbo
    > como humanidad, Guatemala siendo un ejemplo para otras naciones y esperanza
    > para nuevas generaciones.*
    >
    > Un nuevo modelo de desarrollo se asoma sin temor y se impone como una
    > alternativa fresca, viable y factible para Guatemala. *Pueblos nuevos
    > para un buen vivir, el “Green New Deal” para Guatemala.*
    > Abismal abandono
    >
    > *“Por su condición de centralidad económica, la mancha urbana atrae
    > población para residir, distribuir, consumir y realizar transacciones
    > financieras”’. Rafael Valladares ‘“Área de influencia urbana de ciudad de
    > Guatemala”.*
    > FECHA DE PUBLICACIÓN: 30-10-19
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    > *Por: Edgar Balsells *
    >
    > El reportaje de Andrea Domínguez publicado en Prensa Libre el pasado lunes
    > 26 de octubre y que lleva como título “Abismal abandono en áreas de
    > riesgo”, sobre las familias de la zona 5 de la capital y otras áreas que
    > viven propensas a derrumbes sí que lo pone a uno a pensar.
    >
    > El reportaje es acompañado por una paradójica foto de varios individuos
    > tratando de salvar de la ley de gravedad la pila de una humilde vivienda
    > contigua al barranco y que está a punto de caer al abismo en el techo de
    > otra humilde morada construida (si a ello se le puede llamar construcción)
    > metros más abajo en pleno barranco. Y es que las familias sin vivienda
    > continúan asentándose en áreas de riesgo, como la ladera de la zona 5 que
    > es objeto de análisis de periodismo investigativo por Andrea Domínguez.
    >
    > Se trata de colonias que rodean La Limonada como el Limoncito, El Edén y
    > El Administrador, en donde el temor más grande de una entrevistada es el
    > cuido de los nietos que deben acudir al baño, junto a una ladera de unos
    > diez metros de altura en riesgo de derrumbarse, razón por la cual en las
    > obras hormiga de los Cocodes se habla por todos lados de muros perimetrales
    > y construcciones improvisadas y de emergencia. Columnistas de tal matutino,
    > como el arquitecto Yurrita, han abundado en la carencia de planes de
    > ordenamiento urbano por doquier. *Se trata entonces de un país sin
    > planificación territorial ni urbana.*
    >
    > Lejos estamos así de reclamos sociales de más calidad, como los que se
    > están dando en el Cono Sur latinoamericano, en donde el ciudadano medio y
    > popular ha rebasado esas carencias tipo África subsahariana, y solicitan
    > del Estado pensiones y trabajo digno, educación pública de calidad y por
    > supuesto salud y asistencia social para la niñez, los adultos mayores,
    > discapacitados y demás.
    >
    > ¿Qué hacer? Como anillo al dedo me cayó un obsequio enviado por Oscar
    > Peláez Almengor, director del Centro de Estudios Urbanos y Regionales
    > –CEUR– de la Universidad de San Carlos, quien ha apoyado la publicación de
    > Luis Rafael Valladares, Investigador de tal Centro, que lleva como título: “*Área
    > de influencia urbana de la ciudad de Guatemala: Regionalización y Propuesta
    > para la creación del Distrito Metropolitano”. *Resulta ser esta una
    > investigación de la serie “Ordenamiento territorial y gestión del riesgo”.
    >
    > Valladares es candidato a Doctor en Ciencias Sociales y Maestro en
    > Ciencias Sociales de mi querida FLACSO, y con estudios en historia e
    > ingeniería, y además con Doctorado en Sociología y Ciencias Políticas por
    > mi querida Pontificia Universidad de Salamanca. Se encuentra además
    > estrechamente ligado a las facultades de Arquitectura e Ingeniería del Alma
    > Mater sancarlista.
    >
    > Luego de sintetizar la teoría del tema, y escudriñar en el proceso de
    > metropolización y mancha urbana, se pasa al menudo tema de la
    > administración de la misma, la sectorización, administración, y focaliza en
    > la única iniciativa de ley discutida en el Congreso, luego de muchos años
    > de vigencia de la actual Constitución Política, que se refiere a la
    > creación de la *Región Metropolitana.*
    >
    > Como bien se sabe, la Constitución dicta, sabiamente, que por tratarse de
    > una macrocefalia urbana lo que ocurre por estos lares, un tratamiento
    > especial de todo corte debe darse a la administración de una región central
    > en donde se ubican las mansiones más elegantes, allá por Sauzalito o La
    > Cañada, y las más paupérrimas, parecidas a cualquier tugurio de Calcuta o
    > Nairobi.
    >
    > *La iniciativa 1555 fu*e planteada y conocida en el pleno desde el *20 de
    > junio de 1996*, con un primer debate en septiembre del mismo año,
    > llegando hasta un tercer debate el *30 de abril de 1998.* Se trata de una
    > ley tímida que podría invitar a muchas propuestas adicionales que poco han
    > motivado al ambiente edilicio y a los preocupados por el urbanismo y
    > vecinos metropolitanos.
    >
    > Resulta interesante, al final de la investigación, observar que la ley fue
    > enviada *a consulta a la Corte de Constitucionalidad*, y los magistrados
    > de su tiempo vierten recomendaciones incluso más ambiciosas como para que
    > la Universidad de San Carlos, con sus facultades de iniciativa de ley, *elaboren
    > un proyecto más ambicioso y acorde con los nuevos tiempos de una ciudad
    > desbordada en todos sus órdenes.*
    >
    >
    >