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Candidatura de Colombia al Foro social Mundial de 2026


Colombia ha sido catalogada como una de las democracias más antiguas de América Latina; sin embargo, ha sido el escenario de la hegemonía política de algunas pocas familias, en las que la exclusión y el abandono estatal generó un conflicto social, político, económico y armado el cual no ha sido superado.


Luego de décadas de una hegemonía política liderada por gobiernos de partidos liberales, conservadores y de derecha, ha llegado al poder un gobierno progresista, apoyado por sectores populares, liderado por Gustavo Petro, un líder social, quién participó de las luchas revolucionarias y, como firmante de paz, participó en la redacción de la Constitución de 1991. 


Fue Senador de la República, cargo en el que denunció los crímenes perpetrados por grupos paramilitares aliados con el poder político tradicional. Este gobierno llega al poder con un pueblo que ha resistido todo tipo de violaciones a los derechos humanos. Según el informe de la Comisión de la Verdad, hay más de 115 mil personas desaparecidas en 30 años antes de la firma del acuerdo de paz; más de 8 millones de personas víctimas de desplazamiento forzado y un número alarmante de asesinatos extrajudiciales, entre los que se cuenta la sistemática eliminación de líderes y lideresas sociales por todo el país. 


El pueblo colombiano ha generado procesos de organización comunitaria desde hace muchas décadas; pero ahora tiene la oportunidad de construir colectivamente una era de paz con justicia social, lo cual significaría una gran posibilidad de desarrollo colectivo, de construcción de procesos organizativos, económicos y culturales alternativos, sin el temor de ser asesinados por su forma de pensar o de hacer. 


En medio de la adversidad, Colombia ha generado procesos importantes en la defensa de los derechos humanos, contando con grandes intelectuales de la Antropología como Arturo Escobar, de la Educación popular como Marco Raúl Mejía, Lola Cendales y Alfonso Torres y de luchas étnico territoriales como las de las comunidades negras de cuyo proceso es la actual Vicepresidenta Francia Márquez. En general un país que ha resistido desde diversas luchas, tanto indígenas, afros, campesinas, estudiantiles, feministas, comunitarias, ambientalistas, entre otras. 


El Foro Social Mundial, juega un papel de movilización en los países donde se realiza; hacerlo en Colombia sería una oportunidad sin igual de generar reflexión sobre los alcances y dificultades de los gobiernos progresistas de América Latina, sobre la profundización de la democracia a pesar del nuevo auge de gobiernos de derecha en algunos países. Y para Colombia significaría un gran respaldo a la movilización generada por las comunidades para consolidar las transformaciones necesarias en su camino por la paz y la dignidad.  


Las organizaciones abajo firmantes apoyamos la propuesta. 


CEAAL Colombia

Corporacion por una Vida Digna

Urdimbre Social Arte y Bienestar Corporación 

Colectivo UNƟ



Colombia's candidacy for the World Social Forum in 2026


Colombia has been catalogued as one of the oldest democracies in Latin America; however, it has been the scene of the political hegemony of a few families, in which exclusion and state neglect generated a social, political, economic and armed conflict that has not been overcome.


After decades of political hegemony led by governments of liberal, conservative and right-wing parties, a progressive government has come to power, supported by popular sectors, led by Gustavo Petro, a social leader, who participated in the revolutionary struggles and, as a signatory of peace, participated in the drafting of the 1991 Constitution. 


He was Senator of the Republic, a position in which he denounced the crimes perpetrated by paramilitary groups allied with the traditional political power. This government comes to power with a people that has resisted all kinds of human rights violations. According to the report of the Truth Commission, more than 115,000 people disappeared in 30 years before the signing of the peace agreement; more than 8 million people were victims of forced displacement and an alarming number of extrajudicial killings, including the systematic elimination of social leaders throughout the country. 



He was Senator of the Republic, a position in which he denounced the crimes perpetrated by paramilitary groups allied with the traditional political power. This government comes to power with a people that has resisted all kinds of human rights violations. According to the report of the Truth Commission, more than 115,000 people disappeared in 30 years before the signing of the peace agreement; more than 8 million people were victims of forced displacement and an alarming number of extrajudicial killings, including the systematic elimination of social leaders throughout the country. 


The Colombian people have been generating community organization processes for many decades; but now they have the opportunity to collectively build an era of peace with social justice, which would mean a great possibility of collective development, of building alternative organizational, economic and cultural processes, without the fear of being murdered for their way of thinking or doing.



In the midst of adversity, Colombia has generated important processes in the defense of human rights, with great intellectuals of anthropology such as Arturo Escobar, popular education such as Marco Raúl Mejía, Lola Cendales and Alfonso Torres, and ethnic and territorial struggles such as those of the black communities of which the current Vice President Francia Márquez is a member. In general, a country that has resisted from diverse struggles, indigenous, Afro, peasant, student, feminist, community, environmentalist, among others. 


The World Social Forum plays a mobilizing role in the countries where it is held; doing so in Colombia would be an unparalleled opportunity to generate reflection on the scope and difficulties of progressive governments in Latin America, on the deepening of democracy despite the new rise of right-wing governments in some countries. And for Colombia it would mean a great support to the mobilization generated by the communities to consolidate the necessary transformations in their path to peace and dignity.  


The undersigned organizations support the proposal. 


CEAAL Colombia

Corporation for a Dignified Life

Urdimbre Social Arte y Bienestar 

Corporación Comunitaria Cuyeca A Obsun

Colectivo UNƟ